La semana pasada, mientras leía el nuevo post de Gonzálo Álvarez sobreestilos de aprendizaje, me vino a la memoria las sesiones de LEAD del MBA. Así que desempolvé los apuntes y recuperé lo aprendido sobre los Estilos de Aprendizaje de David Kolb, ya que lo considero esencial para poder realizar una buena presentación que tenga en cuenta a todos los asistentes sin excepción.

El modelo de Kolb

Este modelo defiende la tesis de que no todos aprendemos las cosas siguiendo el mismo patrón, de modo que una misma forma de explicar un concepto puede funcionar para unos y ser nefasta para otros. Según Kolb, a la hora de aprender se ponen en juego cuatro capacidades diferentes:
  1. Capacidad de Experiencia Concreta (EC): ser capaz de involucrase por completo, abiertamente y sin prejuicios en experiencias nuevas.
  2. Capacidad de Observación Reflexiva (OR): ser capaz de reflexionar acerca de estas experiencias y de observarlas desde múltiples perspectivas.
  3. Capacidad de Conceptualización Abstracta (CA): ser capaz de crear nuevos conceptos y de integrar sus observaciones en teorías lógicamente sólidas.
  4. Capacidad de Experimentación Activa (EA): ser capaz de emplear estas teorías para tomar decisiones y solucionar problemas. /.../

¿Cómo podemos aplicar los Estilos de Kolb a nuestras presentaciones?

Las probabilidades de tener una audiencia que corresponda únicamente a un único estilo es prácticamente nula. Lo más normal es que tengamos, en mayor o menor medida, representantes de los cuatro estilos. Para poder realizar una presentación efectiva que permita a todos los asistentes aprender y captar nuestro mensaje, debemos intentar pasar por todas las fases del Círculo de Kolb, dando en cada una de ellas aquello que demanda el estilo en cuestión, tal y como muestra la figura.